Hola te contaré cuál es el mecanismo de Estafa con maquinas de recargas de tiempo aire, cómo se realiza, los motivos que me llevaron a creer en ella, y por qué son tan efectivas estas estrategias de fraude en algunas personas, incluyéndome. Simplemente me dejé estafar. Y me gustaría que a ti o algún familiar o amigo tuyo no les ocurra lo mismo. Así que pon mucha atención.
Los fraudes están orquestados por lo estafadores, dirigidos a dueños de pequeños negocios: tiendas, jarcerías, papelerías, bueno, en general comercios locales, que con una estrategia y trabajo pueden incrementar sus ganancias. Aquí está la primera “debilidad“, los defraudadores saben que con cierto esfuerzo es posible hacer crecer el negocio y los dueños tienen una predisposición a hacerlo, ¿y quién no desea ganar más dinero?, me parece que muchos, así que, si el comerciante ve una oportunidad, está dispuesto a invertir o incluso a endeudarse para que el negocio crezca.
Todo comienza una mañana, mientras trabajaba desde casa. Mi madre me dijo que estaban unos vendedores de servicios de máquinas de autoservicio de recargas telefónicas y antenas replicadoras de señal wifi. En principio no quise interrumpir mi jornada. Pero ella fue insistente, había visto una minita de oro. Así, que su interés, me cautivó.
Mi madre trajo consigo un catálogo de las máquinas y de antenas replicadoras de Internet. Lo revisé hoja por hoja rápidamente para evaluar si le dedicaría tiempo a los vendedores, Se veía muy bien. Las fotografías mostraban diferentes modelos de estas máquinas y de las antenas. Llamó mi atención, quise saber más, estaba trabajando, pero podía dedicar unos minutos, pero lo que más influyó en mí fue la emoción de madre, suspiraba por una esperanza económica que bien nos hace falta: me dispuse a escuchar al “vendedor”.
El modo de operación: la presentación
El vendedor venía uniformado como trabajador de Telcel, playera azul con el logotipo oficial, y su caqui del mismo tono. Portaba una mochila con documentos, una tabla de cartón prensado con clic, su respectivo cubre bocas, y acompañado por lo menos de otros dos vendedores con características semejantes. Todo se veía normal y formal, es decir, que creí que pertenecían a la compañía Telcel.
El vendedor que se hizo llamar Alejandro, es un tipo carismático, se dirigía con soltura, desde luego no despertó ninguna alerta. Procedí a escuchar. Como buen vendedor, después de establecer confianza, y mencionar los beneficios de sus productos/servicios, nos preguntó de manera condicionada si queríamos las máquinas, de ser positiva la respuesta, haría una revisión de la señal en la zona (del vecindario). Recibió un rotundo sí, mientras preparaba la prueba, comentaba que el área tenía problemas con la señal de Internet, lo cual es cierto, así obtuvo el primer sí de mi parte. Recuerdo que alguna vez leí una estrategia de ventas, que tiene como objetivo obtener 3 sí seguidos. Lo cuál logró, Alejandro, con facilidad.
La estafa con maquinas de recargas hecho por personas bien capacitadas
Con su celular abrió una aplicación en la cuál se podía ver diversos números, con un fondo de pantalla negro, las cifras alternaban colores rojo, verde y amarillo. De acuerdo a esto, nos indico que estaba revisando la ubicación para verificar que nuestras coordenadas geográficas son ideales para ofrecer el servicio de recargas. Según esto, Alejandro nos dijo que las antenas de red sólo podían instalarse a una distancia entre ellas que cubriera cierto número de casas. Para no obstruir las ventas, y tener controlado el mercado.
Todo parecía profesional. Comencé a creer más en el servicio que nos ofrecía, Alejandro dio detalles técnicos que desde mi punto de vista, sólo los conocen o son dominados por expertos, o por lo menos, esos detalles yo no los conocía, supongo son parte de la industria de telecomunicaciones. Para ser breve, definitivamente respondió a todas las dudas que le planteé, no puedo negar su preparación en el tema.
Terminó el supuesto análisis, y nos confirmó que nuestra ubicación es perfecta para tener la vendi de recargas. Jugaba con nuestras emociones, estábamos expectantes, y esta noticia nos alegró, ¿por qué? Porque habíamos hecho algo bueno, elegir una buena ubicación para la casa, porque había llegado una oportunidad a nuestras puertas. También nos dijo que todavía no había ningún otro negocio que haya aceptado la oferta. Obviamente nuestra emoción creció aún más. Tomé su palabra, a lo que Alejandro llamó “la gran oportunidad”, sí me sentí único, no siempre me pasan cosas buenas, mi vida en cierto modo es plana, y tenía que aprovechar esta maravillosa oportunidad. En esta etapa de la la estada, me enganché por el sentimiento de aprobación.
Tenía sólo unos minutos para escucharlo, recordemos que estaba trabajando desde casa, así que esto me limitaba la atención, Alejandro continúo hablando sobre las máquinas. los modelos y sus beneficios, cuál es la que más conviene. Dio detalles sobre uso, permisos del gobierno, instalación, costo de uso, modo de operación y mantenimiento. Vaya este tipo estaba bien preparado, y dominaba todo lo relacionado con su “negocio”.
Los trámites para el servicio
Al terminar de describir los detalles el siguiente paso es llenar la hoja de solicitud de servicio para tener alguna de las maquinas de recargas, el vendedor sacó una hoja membretada de Nextel y comento que esta iniciativa era de parte de AT&T pero que el servicio seguía facturándose por Nextel. Y como sabemos, sí hubo una adquisición de Nextel llevada a cabo por AT&T. Me solicitó mi credencial de elector, mi RFC, domicilio fiscal y todos los datos que se requieren para realizar este tipo de servicios. Lo cierto es que me causó una duda el que la hoja no haya sido de la misma compañía de su uniforme: Telcel. Como han habido fusiones, entre las noticia de que AT&T dejaría de operar en México [https://revoluciontrespuntocero.mx/att-podria-dejar-de-operar-en-mexico-por-deuda-de-mas-de-190-mmdd/], y que en mi país todo es posible, no quise indagar en más.
Para llenar la solicitud, desde su celular obtuvo algunos números que anotaba, tales, como el número de antena, la máquina que nos darían, etc. Esto daba ese realismo a su fraude. Escribió el nombre de su jefe inmediato, su número telefónico, área, etc. Él mismo firmó el documento, nos dio una copia de su credencial para votar. Revisé los tres documentos: IFE, Solicitud de Servicio y copia con los números que obtuvo del celular y las firmas coincidían. Para mí todo estaba bien, aunque sospeche un poco, y ahora mismo te lo platico.
El momento de pago
Este es uno de los momentos más critico para caer en la estafa, Alejandro preparó todo el terreno para que el emprendedor no pueda decir que no. En su presentación, indicó que podíamos hacer el pago directo a la empresa, o que podíamos hacerlo con él, la única diferencia consiste en que si lo hacíamos directo, no perderíamos la gran oportunidad de invertir, y que si lo hacíamos después, perderíamos esa oportunidad. O sea ¿cómo? Me explico. Si pagamos en efectivo él comenta es más rápido porque envía los datos a su supervisor, y si pagamos en la empresa es más tardado porque hay que ir a depositar a un banco, y recordemos que sólo una antena puede ser instalada por X número de casas. Si no pagamos en efectivo, otro lo hará y nos ganarán la cobertura.
Decidimos pagar en efecto, y todavía la estafa no termina. Otro de sus trucos fue hacer una venta más, incrementado el costo, lo que implica aumentar la capacidad de servicio, es decir, si bien la máquina sirve para vender recargas, también podíamos recibir pagos de servicio. En este punto, ya le creía todo, me cegué. Por ejemplo, habló acerca de la seguridad. Que podrían cámaras de vigilancia, que una patrulla pasaría unas dos veces al día, que un colector vendría por el dinero, hasta este punto simplemente estaba fascinado todo era maravillo: una gran oportunidad. Como vi más ventajas sobre el primero paquete, acepté un servicio “mejor”.
Fui por el dinero. En el momento previo al pago hubo dudas, y estuvimos a punto de decir que no. Alejandro, maestro de la persuasión, disparó su última arma, dijo que si no estábamos seguros que estaba bien que se iría y que no había ningún problema pero que otra persona más estaba a punto de aceptar. Y de repente le entró llamada y colocó el alta voz. Él dio la orden de cancelar otras ordenes de compra, debido a que había cerrado el circuito con nosotros. Vaya, realmente es bueno, lamentablemente no aplica su talento a cosas legales. Vi que la oportunidad se iba, si no liquida en ese momento.
Por fin, decidí pagar $2,500.00 (dos mil quinientos pesos mexicanos), y estaba satisfecho, esa tensión se relajó, el ambiento se tornó amistoso, Alejandro se quedo unos minutos más después del pago, haciendo algunas explicaciones adicionales. Tomó su mochila y continúo su camino con tranquilidad. Jamás lo volvimos a ver y tampoco vinieron a colocar ninguna de las maquinas de recargas de tiempo aire.
¿Cuáles fueron los motivos de haber aceptado la estafa de las maquinas de recargas de tiempo aire?
- El primero, en el fondo tengo la creencia de que es posible hacer dinero sin tanto esfuerzo, y aquí vi la ‘gran oportunidad‘
- El deseo de ayudar a mi madre para que tuviera una entrada alternativa para pagar las cuentas, no tiene pensión. Y su trabajo es la vendimia en casa.
- Tomar una decisión rápida sin dedicar a verificar los datos
- No escuchar opiniones , en este caso, de mi esposa, y de mi padre
- Ignorar las alertas del buen sentido
- Por último el ego, pude decir que no, pero quería tener razón sobre esta situación
Actualización
Hace dos años aproximadamente escribí este post, de hecho de alguna forma se me había olvidado, no lo tenía en mente, el viernes pasado 29 de abril de 2022, mientras manejaba, recibí una llamada, me hablaron por mi nombre. Inmediatamente pensé que había sido algún vendedor de tarjetas, me han estado llamando…, le pregunté a la señorita en qué podría apoyarle, y me comentó sobre las antenas, escuché con atención, ella estaba con un hombre, pienso que era su esposo, no se lo pregunté, y me relató que la habían estafado de la misma forma, la misma persona, o por lo menos una que dio el mismo nombre de Alejandro.
Dice que le tomó fotografías, y después de darle mi correo electrónico, quedó en enviármelas para publicarlas. No lo hizo, estaba nerviosa y mencionó que tenía cierto temor de difundirlas debido a la venganza, relacionando a este estafador con el modus operandi de los rentistas. Lo que considero importante, es que pudo leer este contenido, aunque no de forma que le sirviera para prevenir. Estos estafadores siguen operando y habrá que detener sus tretas con una difusión de estos casos.
Conclusión
Para evitar este tipo de fraudes, es necesario siempre verificar la información, solicitar toda la necesaria, aún si a la vista parece insignificante. Y que nos deje tranquilos. Tomarse el tiempo necesario para analizar la inversión. Este factor fue decisivo. Y lo más importare, desde mi punto de vista, que yo mismo aplicaré en adelante: cambiar la creencia de que el dinero llegará de forma fácil hasta mi casa, sin hacer prácticamente nada; estar abierto a otras opiniones, considerar mucho las alertas del buen sentido, y destruir el “yo tengo la razón”.
Espero que esta experiencia te sirva para no caer en estas trampas que estarán siempre al día. Cada vez más sofisticadas.